(24 2023) Leyenda Maya. Ya estaba oscuro en el Reino del Mayab, la Xkokolche volaba de un lugar a otro, hasta que llegó a una casa rica y tocó la puerta pidiendo trabajo. Uno de los sirvientes importantes la vio, pero como su plumaje estaba opaco y cenizo estuvo a punto de decirle que se retire, el criado recordó que necesitaban a alguien que haga unas tareas que nadie aceptaba, así que quedó contratada.
La Xkokolche hacía su faena escondida en la cocina, le dijeron que sí la veía la hija de los dueños, la correría del trabajo por fea. Esa hija era Chacdzidzíb o cardenal una pájara muy consentida y prepotente. Chacdzidzíb estaba orgullosa de su copete y de su hermoso plumaje se creía mucho y quería todas las atenciones para ella. La Xkokolche solitaria y triste pues nadie conversaba con ella. Pasó el tiempo y Chacdzibdzíb quería aprender a cantar, de inmediato sus padres contrataron a un maestro, el pájaro clarín. El profesor clarín pasaba horas dando sus clases, pero Chacdzibdzib era muy floja no quería practicar, se aburría en clase además que todo la distraía, era inútil una flojonaza.
Aunque el maestro clarín, no lo sabía, había otra alumna estudiosa, la Xkokolche escondida tomaba sus clases, estaba atenta a sus explicaciones del maestro y de esa forma se entretenía porque estaba muy sola.
La Xkokolche cantaba mejor que el clarín, mas bonito a diferencia de la presumida Chacdzidzíb que tenía una voz desafinada y ronca. El maestro se fastidió de tratar de enseñar a Chcdzibzib, era una alumna negligente, así que renunció a darle clases. Eso a Chacdzibdzib no le importó. Pero a Xkokolche se acabó su distracción. Para reanimarse inventaba una canción todas las noches. Todos escuchaban ese canto y nadie sabía de dónde venía, al oírlo todos los animales quedaban en silencio para escuchar. El que estaba impresionado era el cenzontle, buscaba al ave de esa hermosa voz hasta que una noche lo invitaron a cenar a la casa de Chacdzibdzib. En la cena oyó la conocida voz, se levantó de la mesa, entró a todas las habitaciones para ver al cantante. Llegó a la cocina y vio a Xkokolché cantando. No quizo interrumpirla, se fue sin hacer ruido. Regresaba todas las noches para escucharla.
El cenzontle se dio cuenta de la tristeza en que Xkokolché vivía y afligido, una madrugada se metió a la cocina y se robó a Xkokolche. Al otro día, la presentó a todos los animales del Mayab y que es la del hermoso canto que se oía en las noches.
Párrafos del Texto Literatura Infantil. Leyendas Mayas. Serie infantil.
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.