Cuando el Tunkuluchú canta el hombre muere
Leyenda maya. En la zona maya vive una ave misteriosa, siempre anda sola y vive en las ruinas. Es el Tunkuluchú o tecolote que hace temblar al indígena maya con su canto, se dice, que cuando entona su canto anuncia muerte. Algunos dicen
El Gusano de Oro y el Carruaje de la Muerte
Leyenda de Guerrero. En el poblado El Liberal, del municipio de Teloloapán, vivía un campesino de nombre Otoniel, que se dedicaba a la milpa, sembraba calabaza, maíz etc y además tenía algunas vacas y puercos. Un día araba la tierra,
La leyenda del Milagro de Tekal de Venegas
Leyenda Maya. Yucatán. La Virgen de la Candelaria es venerada en el pueblo de Tekal de Venegas y cada año se hace una gran fiesta tradicional. Dos venados entraron al pueblo y fue de mala suerte, entró la epidemia, murio mucha gente
La Virgen convocaba a las abejas
Leyenda Maya de Muna Yucatán. Los campesinos que corrían para guardarse y escapar de los sublevados, desde el pueblo veían a distancia el humo que estos incendiaban casas y jacales por donde pasaban, vieron por el sendero a una hermosa
Lechuza o Tunkuluchú (mensajero de la muerte)
Leyenda Maya. Para los campesinos, la lechuza es un ave temida y de mal agüero. Tammbién le dicen, Tunkuluchú o tecolote. Causa mucho temor su presencia, se cuenta que los ojos de esta ave, que se ven de noche como luces, que arden en
Calaca: No vas, no estás invitada y La muerte en la playa de Chuburná
Mau, se casaba y mucha bulla hizo antes,/ que la fiesta era en grande, /la huesuda emocionada mandó hacer su túnica de encaje, /un balde de agua fría sintió, /cuando se enteró que no estaba invitada. /tuvo que cancelar su turno de
Víbora, sí muerde tu sombra, es de mala suerte.
Leyenda Maya. Tizimin Yucatán. Se cuenta, que hay especies poco comunes y muy temidas, la “Kaanil bej” pues existe la creencia que si “muerde la sombra” de la persona, se enferma y causa gangrena en esa parte. Esta culebra es
El Ahijado de la Muerte: Leyenda Colonial
Leyenda de la Epoca colonial. Leyenda de México. Había una vez una señora muy pobre, que no tenía a nadie a quién pedir un favor. Su único hijo que era pequeño estaba muy enfermo, quería bautizarlo antes que muriese sin el