(28 2025) Leyendas de Acanceh Yucatán. Estás leyendas son como una advertencia para los que les faltan el respeto a estas fechas de difuntos. En estas días tienes que estar tranquilo en casa y mantenerla limpia porque cuando vengan las almas de tus difuntos van a llorar y se van a poner a limpiar, en lugar de disfrutar de todo lo que le ofrecen en el altar.
Bailó con una muerta
Se cuenta, que un joven quería ir a una pachanga con sus amigos y era Día de Muertos, su familia le decía que no vaya a la fiesta de disfraces y ahí se fue. Entre brujas, momias, diablos y esqueletos y pintarrajeados vió a una muchacha muy hermosa vestida de novia. Loco por su belleza, no la soltó toda la noche, estuvo bailando y platicando cuando ya amanecía él insistió en llevarla a su casa para ver donde vivía y visitarla después. Se fueron caminando ella le dijo que en realidad vivía cerca. Él se dio cuenta, que estaban yendo hacía el cementerio la chica le dijo que a lado del panteón estaba su casa, hasta ese lugar la llevó vió que entró a una pequeña vivienda. Se despidieron para volverse a ver otro día.
Al día siguiente le cuenta a su mamá de la chica y le dijo donde vivía, que si la conocía porque la señora conocía a todos en el pueblo. La señora le dijo; que no había ninguna casa por ese lugar. El chamaco regresó y comprobó que no había ninguna vivienda, pero si vió colgado en las rejas del cementerio a la vista, el vestido de novia que tenía la muchacha. Así que el muchacho bailó con una muerta.
La vela que se convirtió en hueso
Se cuenta; que nadie debería estar en la calle de noche, cuando está cerca la fecha del “Día de Difuntos”. Una noche una chamaca no obedeció, se fue a jugar con sus amigas en la calle pero ya era noche, le advirtieron pero no hizo caso. Después de jugar regresó a su casa mientras le abrían la puerta se sentó en la banqueta y vió un grupo de personas caminando a medía calle y todos llevaban una vela encendida y se quedó a ver la caminata para ver quienes eran, pero no conocía nadie, una señora de la procesión se acercó a ella y le dio una vela sin decir una palabra. La chamaca asustada apagó la vela y la guardo en su cajón. Al día siguiente se lo dijo a su mamá y quiso mostrar la vela pero en su lugar apareció un hueso de muerto.
Son historias del imaginario colectivo, en torno al respeto del "Dia de Muertos".
Autor: Elsy Alonzo
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.
Publicaciones relacionadas