(09 2023) Leyenda de Izamal Yucatán. Hace muchos años, un español de nombre Don Rodrigo de las Cuevas y Echegaray este señor tenía muy mal carácter además de prepotente. En el pueblo de Xanaba tenía el encargo en su rancho la crianza de “toros de Lidia” para las fiestas del pueblo. Entre todos, tenía un toro de fina estampa y que todos querían comprar.
Pero Don Rodrigo nunca quiso, diciendo que era de su mujer doña Filomena. Cuando el toro la veía de lejos corría el animal a su encuentro como si fuese un animal domesticado, ella era la única que se le podía acercar fácil sin que el toro mostrara su bravura, tenían una conexión.
En una ocasión Doña Filomena y Don Rodrigo se enfrascaron en una pelea y él agredió a la mujer con fuerza, le pegó y la aventó contra la pared, la señora por el golpe se rompe la cabeza y muere. Este pleito lo vió el toro, quien quería mucho a la señora. El toro mugía mucho, como si entendiera lo que había pasado. Don Rodrigo dejó de frecuentar el rancho, el toro cuando lo veía lo quería embestir, su furor arremetía con él. Don Rodrigo ya lo quería vender y anunciaba la venta. Pasaron los meses y llegó la fiesta del pueblo y cómo de costumbre Don Rodrigo veía la fiesta desde el techo de su casa desde ahí presenciaba la corrida. Don Rodrigo se dió cuenta que lidiaban era el toro de su mujer, molesto el viejo, gritaba desde arriba que lo mataran. Lo que consiguió que el toro se diera cuenta de él, comenzó a bramar lleno de furia y logró escaparse del ruedo, para arremeter contra la casa de Don Rodrigo, estrellándose una y otra vez, hasta que murió por los impactos. Esto pasó en un atardecer lluviosa, aquel día cuando anocheció cundió el pavor a todo el vecindario se oía horribles mugidos. Al amanecer al día siguiente las personas aseguran que Don Rodrigo muere con una expresión de horror en su rostro. Por eso se le conoce como la “Esquina del Toro”.
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.